¿Cómo cuidar un gato Siamés?, datos prácticos
Si quieres que tu mascota viva muchos años, es indispensable que conozcas aquellas cosas que le hacen bien a su salud y cuáles no. Si bien existen coincidencias entre algunas especies, también hay diferencias. Con lo cual, resulta interesante que investigues particularmente las necesidades del animal que te acompaña, de acuerdo con sus características. Por ejemplo: ¿Cómo cuidar un gato siamés?
Conozcamos sus características
Esta raza lleva esa denominación porque proviene del Reino de Siam, territorio que hoy comparten Tailandia, Laos y Camboya. Algunas informaciones sostienen que apareció en Gran Bretaña allá por fines del siglo XIX y luego continuó su expansión por el resto del mundo.
Inconfundible por su color de ojos azul intenso, su cabeza triangular y sus orejas en punta, el gato siamés cachorro o bebé cuenta con una piel totalmente blanca. Luego, cuando crece, se le oscurecen la cara, las patas y la cola.
¿Cómo cuidar un gato siamés? A continuación, descubre algunas recomendaciones:
Gato siamés cachorro o bebé: hazle compañía y juega con él
A diferencia de otros felinos, esta raza puede tener una educación similar a la de un perro: algunas fuentes indican que es posible sacarlo a pasear con una correa e incluso enseñarle diversas habilidades y trucos como traer objetos.
No obstante, un consejo que no debes dejar de lado es el de hacerle compañía: se trata de una especie muy activa. Por eso, se recomienda que juegues con él permanentemente y que no se quede mucho tiempo solo. Si esto sucede, podrás darte cuenta enseguida, porque se caracteriza por su capacidad de expresión mediante maullidos o gestos.
Gato siamés adulto: consejos para aumentar su expectativa de vida
Ofrécele herramientas para que se mantenga activo
Si bien la educación es clave para los primeros de vida, resulta fundamental que mantengas el vínculo cercano con el gato siamés adulto, brindándole juguetes de tipo rascador para que se ejercite y, de esta forma, adquiera una mejor calidad de vida.
Cuida su alimentación
Debes asegurarte de que su dieta sea rica en proteína y equilibrada, con alimentos secos y de alta gama. Si quieres darle carne, tiene que estar cocida. Por otro lado, es importante que tu mascota siempre tenga cerca un recipiente con abundante agua para hidratarse.
Visita al veterinario para controles
Provocadas por la alteración del nervio óptico por el gen cs, el estrabismo y el nistagmo son las enfermedades más habituales en esta especie, la cual también es propensa a padecer infecciones respiratorias, patologías del corazón, infecciones en los oídos, obesidad o problemas de circulación.
Para detectar a tiempo o evitar alguno de estos casos, es clave que lleves a tu compañero a un veterinario periódicamente o cuando no le encuentres en buen estado.
Haz que mantenga una buena higiene
Aunque no es necesario que los baños sean muy frecuentes, con que lo hagas cada mes y medio o dos ya está bien. Eso sí, debes cepillar a tu mascota una vez a la semana y quizás más a menudo en la primavera: la época en la que empieza a perder la capa de pelo que ha generado en invierno. Otra recomendación consiste en que laves sus dientes con dentífrico para gatos, para evitar que contraiga sarro dental o gingivitis.